Hay que competir para aprender?

29.09.2017


Hay muchas opiniones sobre las competencias. A muchos les gustan porque son emocionantes, a otros no les gustan porque les parecen en ocasiones injustas, o suponen demasiado esfuerzo, o simplemente les da miedo participar.

He tenido oportunidad de participar en varias, desde deportivas hasta profesionales. De hecho, para los abogados de litigio, el juicio es una competencia seria, donde ganas o pierdes, con la satisfacción o frustración de tu cliente a cuestas.

Acabo de asistir a una que he disfrutado en extremo. Se trata de la X Competencia Internacional de Arbitraje realizada este año en Buenos Aires por la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Rosario de Colombia. La organización, magnífica, estuvo a cargo de los profesores Roque Caivano y Verónica Sandler, quienes cada año demuestran cómo hacer las cosas mejor, con la participación de 48 equipos universitarios de casi todas las Américas.

El nivel de los equipos participantes fue muy bueno. Tuvimos la feliz oportunidad de participar con otros 200 árbitros simulando la conducción de audiencias judiciales; en ellas los equipos discutían ardua y brillantemente si debíamos declararnos competentes o no para dilucidar el fondo de una controversia contractual sobre el alcance de unos derechos de autor. El debate sobre jurisdicción se presentó a partir de una cláusula arbitral acusadamente patológica. ¡Todo estuvo muy sabroso!

En la competencia los equipos sacaron lo mejor de sí y dispararon con todo el fuego que tenían. Me quedé muy impresionado por la calidad de algunos de los "abogados" (aun no abogados graduados en realidad). Aprecié mucho talento y un gran dominio del caso en disputa, lo que solo se logra con una enorme preparación previa.

Resultó victorioso el equipo de las Universidad Nacional de Colombia, al que tuve la oportunidad de aquilatar en rondas eliminatorias. Ese equipo disputó la final con la Universidad de Ciencias Aplicadas de Perú. ¡Dos grandes equipos!

Más allá de nuestras opiniones sobre las competencias, ellas suelen sacar lo mejor de nosotros. Esfuerzo, preparación, talento, enfoque, son sólo algunas de esas cosas. En la persecución de la victoria, chicas y chicos aprenden varias veces más que matriculados en un curso universitario regular de 17 semanas de duración.

Esto es lo que debemos saludar y lo que debemos promover. Un aprendizaje basado en la resolución de problemas lo más parecidos a aquellos que abogadas y abogados del futuro tendrán que enfrentar en el mundo real, aunque preparar esos entornos de aprendizaje suponga más esfuerzo, más talento y más enfoque que dar una clase magistral, de las que venimos escuchando hace más de 500 años.



Equipo Universidad de Ciencias Aplicadas, PERÚ, liderado por Profa. Elvira MARTINEZ COCO.
Equipo Universidad de Ciencias Aplicadas, PERÚ, liderado por Profa. Elvira MARTINEZ COCO.
Equipo Universidad Nacional de Colombia, liderado por Prof. Sebastián SALAZAR.
Equipo Universidad Nacional de Colombia, liderado por Prof. Sebastián SALAZAR.